domingo, 7 de febrero de 2010

Muertes insólitas


Uno siempre intenta imaginar cómo morirá. Desde chicos jugamos a eso de " ¿ Preferís morirte de frío o de calor?" . Fantaseamos con una muerte dulce, indolora y en la cama, despidiéndonos de nuestros seres queridos, mientras vamos ideando algua frase célebre para la posteridad. O con una muerte heroica y trágica, dando nuestra vida por alguna causa importante, por el bien de la humanidad, que nos garantice que mucha gente juntara llaves para fundirlas en un busto que en vez de parecerse a uno, se parezca a la sobrina de la cuñada de la vecina de enfrente, y que luego algun ciruja robe y venda como chatarra. Por supuesto, no nos subimos a un avion sin temer que se caiga y estamos alertas aunque dormitemos en un auto o bus, por lo de los accidentes en la ruta. Lo que nadie puede suponer, es que la vida de uno acabe por exceso de picaduras de abejas enojadas ...pero ese fue el triste destino de esta señora en la provincia argentina de Santiago del Estero.

Junto con morir en un atentado terrorista o pisado por un avion que se salió de la pista, esta muerte es más rara que la de que te parta un rayo. Una vez supe de un señor que murió de un infarto al ver una señora que moria en la vereda al caérsele un perro en la cabeza desde un septimo piso. Tambien rara fue la historia de un señor que , estando infartado, fue traslado en ambulancia al hospital, y murio cuando la ambulancia cruzó la via del tren con la barrera baja y la aplastó el tren . O la otra ambulancia que se cruzó en un tiroteo, y el paciente que viajaba para que lo asistieran por un pico de presion llego al hospital con una bala en la cabeza. Sobre estas cosas deberian advertir brujas y pitonisas. En una bola de cristal deberian verse clarísimo.

Muertos de risa