lunes, 30 de noviembre de 2009

lunes, 9 de noviembre de 2009

Sin escalas al otro mundo

Velorios en Buenos Aires: Sin escalas al otro mundo

BUENOS AIRES, Marzo 16- Quienes fallecen en la ciudad de Buenos Aires pasan sin escalas al otro mundo, pues atrás dejó su población la ya vieja costumbre de velar a los difuntos.

"Si hay un negocio que nunca decaerá es el de la muerte, se dice popularmente, pero son otras las costumbres que han quedado atrás. Y los servicios de sepelios no escaparon a los efectos de la crisis y a un particular cambio cultural en las ceremonias de despedida de los seres queridos, al menos en la Ciudad", consignó hoy el diario Clarín.

"Es que los porteños están perdiendo el hábito de velar a sus muertos y lo que rige hoy es la -despedida exprés-". Añadió a modo irónico el tabloide, y para detallar a continuación que "el 70% de las contrataciones de servicios fúnebres omiten el velorio y optan por el traslado directo al cementerio".

"Ya no circulan fastuosos cortejos fúnebres con lujosos ornamentos florales y coronas. Y el número de cremaciones ya supera al de las sepulturas". Atrás quedó entonces el séquito de familiares, amigos y conocidos despidiendo al difunto, como en el pasado quedó también, mucho antes, la otrora infaltable "llorona".

El velorio del angelito

esde Neuquen hasta las provincias del norte y hasta la costa Atlántica.

Dura uno o varios días, la tradición criolla afirma que cuando muere una criatura de poca edad, necesariamente tiene que ir al cielo por lo que a la manera de velorio y despedida demuestran alegría por su certeza de su ascensión al cielo. Es un acto mixto de rezo y baile, es tradicional también que el ataúd sea blanco demostrando la pureza de lo que contiene.
Parece que el origen de esta costumbre es árabe, pese a la prohibición, causa por la cual el lugar donde se realiza se transmite oralmente de persona a persona, al amanecer se recitan unos versos para "Hacer volar al angelito" acompañados de Juegos de pirotecnia... tratando de no quemar las "Alitas del Angelito", la madre no debe llorar pues mojaría las mismas y el fallecido no podrá volar para llegar al cielo.
Está fuertemente arraigado aún en Santiago del Estero. El ataúd esta cubierto con un paño con flecos y a medida que van llegando a la Fiesta-Velorio en vez de expresar condolencias se acercan y hacen un nudo en alguno de los flecos del mencionado paño mientras piensa en un deseo que supuestamente "El Angelito" llevará al cielo y abogará por el. En hogares muy pobres, el paño no existe y solo hay arriba de la cajita un manojo de hilos.

Velorios que son una fiesta

Los canarios recuerdan con velorios antiguas costumbres para buscar pareja de las Islas
ACN Press
sábado, 30 de agosto de 2008
La Habana / Los canarios emigrantes de Florencia, Chambas y otras zonas circundantes en la región central de Cuba organizaban y asistían a velatorios o velorios para confraternizar, divertirse y encontrar parejas. Aunque la palabra ‘velorios’ en Cuba está ligada a la despedida de un recién fallecido.
Este tradicional acto social siempre estaban presidido por la Virgen de La Candelaria, patrona de las Islas, a quien los isleños de la emigración rendían tributo casi a diario.
Un velorio canario de la primera mitad del siglo XX se trataba de una cosa muy sería, porque en la celebración de despedida podían encontrar pareja. Para los canarios que todavía recuerdan los velorios ya sólo son recuerdos que les evocan sonrisas. A los canarios les resultaba complicado relacionarse con determinadas familias y aspirar a la mano de una joven, pero en un velorio, el interesado pondría acercarse a la amada.En ocasiones los velorios eran escenas de juegos donde se imponían sanos castigos. El beso no faltaba, aunque se ofrecía en las mejillas, “bien lejos de los labios porque los padres de la pretendida observaban desconfiado”, dicen los mayores que todavía recuerdan aquellos encuentros.
Los velorios eran festividades sanas y de buen gusto donde se bailaba, se tomaba cerveza o ron y se realizaban juegos canarios. Los perdedores de estos juegos esperaban impacientes el castigo que previamente se había negociado con el “patrón” de la fiesta, recordó Riselda Calabuch, una de las que conoció en un velorio al hombre de su vida.
La tradición de los velorios en Cuba ha ido desapareciendo por el intenso ritmo social de la isla caribeña y a la disminución de la población canaria nativa. Los más jóvenes e hijos de los nativos canarios no practican los velorios como antes, pero los conocen y aprecian esta festividad por el valor social de esa tradición canaria de la emigración.
Asegura la Calabuch que actualmente y en determinadas ocasiones organizan esta festividad sin los objetivos y ritmos de antaño, pero jamás falta la Virgen de La Candelaria donde la familia canaria pasa un rato de buen gusto y amistad. Es la excusa para recordar las mejores anécdotas de los familiares, que emigraron un día a Cuba para cambiar sus destinos.


Velorios de Cruz.
Anselmo López, músico y llanero refiere la celebración del velorio de cruz como sigue

¿Por qué se hace un velorio de cruz de mayo? Es la obligación de ser creyente a un deber sagrado, a realizar un evento de pureza, uno se desprende y pone un poco de fe y cariño. ¿Cómo se organiza un velorio?. Se corría la voz de boca en boca, se le decía al deciderio. En la casa de tal o cual hay un velorio, ahí son buenos, en esta otra casa también hay, tienen vaca asada. La fecha es el 3 de Mayo, día de la Cruz. La madera más indicada es el bototo, es blandita y fácil de cortar y después del velorio se entierra la cruz en el patio y debe prender.
Función de la Cruz.
Es protección del dueño de la casa, de los animales del patio.
Como a las cinco de la tarde del día del velorio, la dueña de la casa y algunas vecinas comienzan a vestir la cruz, a realizar los fotes de palma, a poner las flores y luego se tapa. El rezandero está cerca, los músicos por ahí listos. Comienzan a tocar sus primeras cifras. Se toman un café, un trago, tocan y tocan. De repente sale alguien: yo canto velorio, ¿no habrá otro por ahí?;. Viene el canto y el dueño de la casa está contento porque el velorio está agarrando calor, sale entonces con la tapara de aguardiente a repartirle a la gente.
Temas que se cantan. Casamiento de José y María, Ventana sobre ventana, La Araña y la Mosca (trabalengua), entre otros.
Cantadores. El llamador hace la primera voz, el coro es la segunda voz y la tercera voz es el tenor. Ellos están preparados para darle la lucidez al evento.
Estilos. Uno de los más criollos es el estilo apureño lo cantan sólo en tono de rompía, hay improvisación, versos como contrapunteo y si no hay cantadores pueden improvisar toda la noche. La rompía es cifra. El estilo barinés se combina con la rompía y se realiza en cuatro afinaciones: Re Menor, Re Mayor, Sol Menor y Sol Mayor. El velorio con arpa lo hacen es ahora, con la bandola es mejor. Ya ahí el velorio ha comenzado, la gente está haciendo chistes, viene el reparto de hallacas como a las doce y media de la noche.
Prácticamente ya se está terminando la parte sagrada. Viene la dueña de la casa y se tapa la cruz. Ahí comienza la fiesta criolla, esta es la cola del velorio. se llama esto. A veces dura un día entero.

Velorios de Santos.
Se realizan el 1º de noviembre de cada año. Carlos Mercado y Carmen Gómez, nos refieren la forma de realizar estos velorios, haciendo énfasis en que en la actualidad se reproducen sólo parcialmente. En el campo se consigue el Bejuco Corona que al doblarse da una forma como de arco para el altar, ese arco se viste con tela blanca y se termina de adornar con flores, se ponen muchos santos y desde que comienzan es con los tonos. Después del velorio venían los juegos: el primero era el Adivinador. Después se hacía la Marisela
Otras celebraciones de carácter religioso se dan en los Día del Carmen, Día de Santa Rosa, Día de San José, Patrones, Semana Santa, en Navidad sobre todo con los cantos de aguinaldos casa por casa o en las incorporadas paraduras de niño.

Paraduras de Niño.
La Paradura de Niño conocida también como La Serenada del Niño, se realiza entre el primero y el dos de febrero, constituye la forma de pago de alguna promesa de algún fiel del niño Jesús. Quien realiza la paradura tiene que garantizar la presencia del disfraz chiquito que lo conforman Pastores, María y José y Ángeles y además el disfraz grande que son parejas de personajes que representan los temores socialmente creados: el viejo y la vieja, el tonto y la tonta, el diablo, la muerte . El dueño de la Paradura igual deberá comprometer a quienes participan en el robo del Niño, así como a quienes fungirán como sus padrinos, en el aporte de la comida, la bebida, las velas y la ornamentación en general de la fiesta. El día de la Paradura el dueño de la casa ya ha corrido la voz, al mediodía y al final de la tarde debe emitir una señal sonora que indique que esa noche se hará la búsqueda y devuelta del Niño a su pesebre, quien tiene al niño robado debe responder de la misma manera. Se preparan comidas y bebidas y al caer la tarde se comienza a vestir el Disfraz, llegan los invitados, los músicos, y comienzan los juegos, luego se reza, comienza el baile y los cantos alusivos a la pérdida del niño. Se prepara una sábana y se sale de la casa en procesión iniciándose la búsqueda . Al encontrarlo en la casa indicada, se retorna en medio de la condena a los ladrones, el niño es devuelto al pesebre en medio de rezos de rosarios. Se continua el baile del disfraz y se ofrece comida a los asistentes y más cercanos colaboradores. Generalmente la fiesta se prolonga hasta el amanecer, ‘Como a las cinco de la tarde del día del velorio, la dueña de la casa y algunas vecinas comienzan a vestir la cruz, a realizar los fotes de palma, a poner las flores y luego se tapa. El rezandero está cerca, los músicos por ahí listos. Comienzan a tocar sus primeras cifras.