martes, 20 de enero de 2009

Ninguna cultura asume a la muerte como un hecho natural



"Los animales y las plantas pueden haber sido creados con la muerte a cuestas. Pero el hombre nace para ser inmortal: asi sucede en casi todos los mitos de la creación, tanto en las religiones más sofisticadas como en las más primitivas. En su origen, ha sido creado para vivir eternamente. Ninguna cultura percibe como un hecho totalmente natural la muerte de un ser humano. Por eso es necesario un hecho, un pecado, un error, una circunstancia particular para que la muerte entre a formar parte en la vida humana. En el Antiguo Testamento, es el pecado de Adán. En la epopeya babilónica de Gilgamesh, es un error de Utnapishtin, el héroe del Diluvio. Entre los indios Surui de Rondonia, en el Amazonas, es simplemente la invención de la reproducción sexual y por lo tanto la necesidad de hacer lugar en la tierra para los seres nuevos que van llegando.
En todas partes, desde todos los ángulos y culturas posibles, el conocimiento y la certeza que tiene el hombre de su propia muerte ineludible es una de las características que lo convierten en humano y es, al mismo tiempo, intolerable. Como dice una antigua canción popular alemana:
"Vivo, y no sé por cuánto tiempo,
moriré y no sé cuándo,
voy, y no sé hacia dónde.
Me asombra y maravilla
que aún pueda ser feliz."


De " El Libro de los Pecados ,los Vicios y las Virtudes" , de Ana María Shua .-Alfaguara ,2002

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